viernes, 24 de abril de 2009

PAOLA CARRASCAL AGUDELO





Cucuteña de 27 años de edad y residenciada en Barranquilla desde su adolescencia. Enfermera, poetisa y Licenciada en español y comunicación de la Universidad de Pamplona.
Sus poemas han sido publicados en algunos números de la revista-taller Luna y Sol, como en otros suplementos literarios.
Gestora del proyecto “Significados semiológicos de la música social en el Colegio Oficial Marco Fidel Suárez”.

Correo electrónico: ypaol@hotmail.com

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Siempre he querido soñar despierta,
y no dormir para no dejar de soñar,
pero, ¡cómo hacer si no me deja mi conciencia
quien se ha vuelto inclemente
como un huracán ante el mundo!
Es difícil conseguir que alguien sonría
por cuenta de quien se hace inútil
ante una voz que en susurros pide clemencia,
pero cómo creerle al mundo
que te hace mofa cuando das la mano.
El mundo te hace cruel
y aprendes a vivir de la ignorancia de los demás,
a no sufrir por las miserias ajenas,
y te conformas con que tu corazón haya alcanzado
el nivel de dureza que lo hace fuerte
ante el mundo
y sin embargo no logras vivir feliz.

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Es un zumbido fuerte
el que ensordece mis sentidos
y se convierte en la tormenta
que no me permite
conducir con tranquilidad la vida,
es entonces cuando el zumbido se convierte
en melodía suave que no me deja distinguir
entre la magnitud del mar
y el esplendor de las nubes.

Hoy camino en reposo
sobre los suaves pastos
de una vida construida con las manos
de un alfarero
que logró una visión diferente de las estrellas,
que moldeó con el buen gusto de lo intangible,
un cuerpo adulto con el alma de un niño
que no quiere dejar de existir.

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Estabas tú, estaba yo,
mis pechos erguidos como si de pronto
quisieran estallar.
Estaba el silencio,
tu cuerpo temblaba
como quien no puede dar un paso más;
eras tú, era yo,
y era la noche,
nos permitíamos juntos ver asomar el día
como si no existiera nada más…

Deseabas hablar y yo anhelaba gritar,
pero entonces se encontraba nuestro aliento
como cuando todo quiere acabar,
era un escenario perfecto,
dos cuerpos desnudos, frágiles, éramos uno.
No existió en ese momento un ¡basta ya!
eran nuestros respiros las únicas melodías
que deseábamos escuchar.

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Mañana espero estar sentada aquí,
acariciando suavemente tu rostro
como cuando eras niño.

Quiero hacerte sentir que la vida ha pasado
con muchas bondades cerca de ti,
mientras tanto hoy quiero demostrarte
que estoy aquí
más fuerte que ayer,
porque ha sido tu fuerza mi fuerza
y la vida no ha derrumbado
el muro de amor que hemos construido.

Sabes,
todavía no alcanzo a entender
si es mi vida la que está unida a ti
o la tuya a mí.

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Hoy mis manos escriben sin pudor
los deseos de mi cuerpo,
un anhelo cálido de caricias sin reparo,
y de labios inquietos caminando por todo mi ser.

Hoy mis manos te quieren hacer saber
que no es sólo deseo lo que me lleva hacia ti,
que tus besos son sólo un estímulo,
y que tu respiro es uno de los tantos motivos
que no me permiten apartarme de ti.

Pero, ¡cómo no llenar el amor de motivos!
es tan sólo la emoción de sentir acompañada la vida.


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Estoy sentada en la sala de mi casa
tomando una gran taza de café
y esperando con ansias el día del futuro
en el que, sin remedio, el mundo pueda sonreír.

Saboreando como por última vez mi taza de café
imagino a mi pequeño
caminando sin temor por los campos de la vida,
corriendo sin afán para alcanzar sus sueños
y esperando, con la tranquilidad de los abuelos,
la vejez.

Sueño,
y entre risas espontáneas
disfruto la última gota de mi tradicional café
con la esperanza de una nueva taza
y un mejor mañana.

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Cómo decirte que el mundo
se despedaza poco a poco
en egoísmo y tiranía,
cómo hacerte saber mi inconformidad
y lo que padezco cada noche al saber enfermo mi pueblo,
quien lucha cada día por un poco de agua y a quien le toca conformarse con las migajas de los burgueses,
pueblo que clama con resignación sus derechos,
pero la costumbre de tener menos lo ha hecho débiles,
Los ha mantenido invisibles y casi muertos.
Cómo pedirte ayuda cuando todos en sus ranchos lloran sus desgracias
y a la luz del día agradecen a las grandes fuerzas sus favores.
Cómo lograr Padre Amado
que mi súplica sea la de todo un pueblo
y que el mundo sin sangre pueda respirar el mismo aire.


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Desnudo ante los besos de la noche
se encontraba mi cuerpo cándido,
lleno de tormentas
y de pasiones ocultas
dentro de la isla de lo inocente,
ocultas dentro del pensamiento inmaduro,
causantes de mi pecado.

Todo mi cuerpo se encontraba descubierto,
mi tormenta era inevitable
y mi alma no había muerto:
sólo descansaba.

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Tanto amor brota de esta alma cautiva
en un tímido cuerpo
que sin temor escribe
los sonidos de un corazón,
que teme sentirse descubierto
por tus brazos fuertes
a los que quiero regalar
unas caricias dulces
que logren que tu mundo y el mío
se derritan y se fusionen
y no exista nada más que dos almas
que como dos barras de chocolate
se derriten y logran ser una sola.


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Despierta el hombre ausente de la vida triste,
regresa pronto de su ignorancia
para convertirse en imbécil ladrón de sueños,
ladrón de ilusiones.

Asesino con crueles palabras,
extrañas para quien no quiere oírlas,
pero que son inevitables para sus oídos frágiles,
llenos de angustias que les ocasionan el temor
de saberse inútiles en el ocaso del tiempo.

Asesinos de sueños reales
que nunca existieron,
pero que la vida los registra
como los más hermosos dentro de la razón.

Ayer se perdió la elegancia de lo sutil
en un cruel asesinato de lo anormal.


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Tranquilo amigo,
todo estará bien,
quizá mañana estarán limpias las calles
y el mundo lleno de flores.

tranquilo amigo,
quizá mañana
tu pequeño pueda caminar con libertad,
para ir a la escuela,
quizá mañana
tú no tengas que pensar
en el alimento que sostendrá tu cuerpo,

Tranquilo amigo, tranquilo
de pronto el tiempo
se encargará de borrar de ti
las heridas del cuerpo y del alma,

Tranquilo amigo,
que quizá mañana
encuentres un verdadero amanecer.

**

Está fría la mañana,
un poco tensa.
El camino se ve largo,
oscuro, lleno de tropiezos.

Hay angustias,
mi corazón se siente solo,
¿a quién pedir ayuda?
Está tan frío todo.

Me angustia el sufrimiento lento
de los sinsabores ausentes
del contaminado mundo
lleno de lágrimas contenidas
en el ensimismado cruel de no saber llorar.

¿¡Qué pasa!?, cómo saber qué hacer.
¿¡Qué pasa!?, cómo saber qué hacer.
¿A quién acudir?
Cómo dejar pasar la vida sin hacer nada,
si las frustraciones no reales me lo impiden
o se lo impiden a él,
a su amigo, a su extraño quizá mundo para mí,
pero lo más real para él.

**


Se destruyen tan cruelmente las vidas,
se sangran tan lentos los corazones
el mundo sigue llorando en silencio sus muertos,
sus clamores se hacen mudos ante tanto dolor
los amigos al abrir los ojos ya no están…
y es entonces cuando descubres
que no es un sueño
y observas las calles solas,
el cielo sin estrellas,
y te das cuenta
que están viajando sin regreso tus hermanos
te descubres solo
y se llena de tristeza tu alma sin remedio.

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A Yury



Casi nunca las hojas caen frente a mis ojos
y me siento con asombro
a observar sus movimientos suaves,
que atrapan mi ser en un sonido imaginario.

Se convierte en cómplice de un viento amoroso
que quiere embriagar la naturaleza con sus caricias
y se manifiesta en el mundo
como el más dulce de los amantes,
y me roba emociones y sonrisas
y alegrías y tristezas,
se lleva consigo el silencio de un mal momento,
me trae de vuelta la vida.

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